Del Propósito y las Pasiones

Una de las cosas que recientemente he entendido y que he encontrado fascinante, es que así como en el fondo de nuestros corazones estamos en permanente búsqueda de The One (los que aún no lo encontramos), hay una búsqueda tan o más importante que aquélla, y es encontrar The One Thing.

Encontrar The One Thing, o mejor, su búsqueda, tiene que ver nada más y nada menos que con comprender nuestro propósito en la vida. Esto no suena tan raro, romántico o esotérico, para quienes la vida ya nos ha venido mostrando que ésta se trata de mucho más que tener un elegante cargo corporativo (o así no sea tan elegante, uno que asegure una digna supervivencia), tener un gran negocio, tener la casa, el carro, la finca, los viajes, etc.

Tal y como dejé entrever en uno de mis más recientes posts (Encontrando el verdadero amor por descarte), el más notorio motor de mis actividades en lo que tiene que ver con mi función en el mundo, había sido el dinero.

Y si bien, el emprendimiento que inicié hace unos años, me ha mantenido seducida principalmente (i) por su espíritu transformador de las personas y (ii) porque me ha hecho sentir cómoda y -de alguna forma- amada, por el sentido de pertenencia asociado a un proyecto enmarcado en una bonita misión en la que genuinamente creo; la promesa que compré fue la de llegar a construir una muralla financiera.

Recorrer ese camino ha sido más desafiante de lo que hubiera imaginado (la experiencia de los que saben, muestra que todo en la vida es más difícil de lo que uno se imagina: llevar un buen matrimonio, criar hijos, sacar adelante un negocio, etc.), y recientemente he sentido que mi alma aún tiene hambre, que cada vez pide más. Una sensación como si aquélla, en su natural expansión, no encontrara asidero en el actual hacer del día a día.

Años atrás, durante varias sesiones de coaching, había sido invitada a identificar y escribir mis virtudes y mis talentos. Y hecha esa tarea entonces, sólo hasta ahora vengo a entender su completo sentido.  El listado tiene el propósito de ser un mapa de ruta para ser, desde esos talentos, con una intención más noble en el hacer, poniendo mi riqueza y potencial al servicio de la gente, para un día tener lo merecido (recibimos multiplicado lo que damos). Y creo que la aún insaciable avidez del alma es porque precisamente si la intención final es el dinero, lo que se siente como falta de asidero es no poder ser, por estar pensando en hacer para tener.

Asimismo, sólo hasta hace muy poco empecé a entender cosas en relación con las pasiones, y ciertamente tuve un mayor entendimiento al volver a encontrarme con una frase de Tony Bourdain (el cheff que hace el programa Sin Reservas del canal Travel & Living), que ya había citado en un post anterior (Vivir la vida como maratonista), pero hoy cobra mucha más claridad: “la cocina es poder. Poder para inspirar, asombrar, provocar, excitar, deleitar, deslumbrar. Poder para darme gozo a mí y a los demás.” Nuestras pasiones nos dan poder, para generar algo deleitoso, amoroso, sosegado en el otro!

Una pasión en la función debe tener una contraparte, y eso lo hace más rico –en todas sus acepciones-. Si Bourdain cocina para él mismo seguro lo disfruta, pero cocinar para los demás, le permite ejercer su poder, y eso lo hace más apasionante aún!  Una pasión es una acción que debe generar una reacción (idealmente positiva por supuesto) sobre los demás! Una pasión debe estar ligada a un para qué.

Por ejemplo, hablar y escribir, para inspirar. Contar historias de forma divertida para hacer reír. Escuchar para dar y compartir. Otras más light, vestirse lindo para asombrar. Y hay niveles de asombro sobrecogedores. Una amiga me contaba que el otro día mientras escuchaba cantar a un hombre, su alma se sobrecogió tanto, que llegó a pensar por la emoción generada, que se había enamorado. Pero luego comprendió que el talento de tal hombre, así como nuestra belleza, nuestro sentido del humor o la forma en que expresamos nuestra individualidad, sólo es un canal físico a través del cual se expresa la Divinidad. Decía Hafiz, maestro y poeta sufí: “Soy el agujero de la flauta por la cual se desliza el aliento de Cristo. Oíd su música.”

Hacemos desde las pasiones para dar, para darnos.

Así, existen varias pasiones (actividades) y de ésas deberíamos elegir con cuáles ejercer nuestro poder en nuestro hacer. Y definir dónde ejercer nuestro poder, tiene que ver con cuál cambio querríamos ver en el mundo. Qué es con lo que más resonamos en relación con la humanidad (los jóvenes, el medio ambiente, la expansión de la conciencia, el hambre, en fin). Esas dos cosas sumadas hacen el propósito.

En el libro Do Purpose. Why brands with a purpose do better and matter more, su autor David Hieatt decía sobre las empresas orientadas con propósito: “Sí, admiramos el producto que hacen. Pero lo que nos encanta de ellos es el cambio que están haciendo”.

He llegado a concluir que el espíritu innato que muchos tenemos de hacer empresa, es precisamente por ser el llamado del alma para buscar hacer específicamente y como hecho a la medida eso que desde nuestras específicas pasiones y talentos queremos ofrecer al mundo. En el mundo del empleo, posiblemente hay quienes lo logran pero sin duda es más difícil, puesto que hay que encajar en un molde que no necesariamente tiene el espacio de todo lo que el alma querría ser.

No se pregunte qué necesita el mundo, pregúntese qué le hace sentir vivo y luego salga y hágalo. Porque lo que el mundo necesita es gente que está viva”- Howard Thurman.

Y a usted qué lo hace sentir vivo?

 

 

Acerca de princesschichina

Estoy en mis early-40’s, y por lo pronto pretendo –pues no siempre me resulta fácil ponerlo en práctica- vivir tranquila con mis concepciones de la vida, la función, las relaciones y el amor; concepciones que siento que al afinar y alinear más con mi verdadera esencia, cada vez se parecen menos a las de la gran mayoría de la gente. Rebelde desde siempre. Sin embargo también he visto que cada vez son más, aquellos que empiezan a pensar de una manera más crítica el propósito de su vida en este mundo. Podría decirse que hago parte de un grupo de la población que la 'masa' llamaría 'raro'. Nunca me he casado, y renuncié hace algunos años a una exitosa carrera corporativa en el mundo de las finanzas, para dedicarme a construir un proyecto empresarial en el área del Bienestar. En la función, un giro de ciento ochenta grados originado en un deseo de independencia que desencadenó en una intensa y apasionada búsqueda de libertad en todos los aspectos de la vida. En el amor, soltera, por romántica empedernida. No me voy a transar sino por lo que siempre he soñado. Adentrarme en estos caminos ha exigido grandes desafíos, entre otros, porque me ha tocado buscar paz y equilibrio en el bamboleo de cómo me he movido en este mundo: un sibarita en su búsqueda espiritual! Todo esto ha significado un proceso -vivido con mucha intensidad- de buscar más conscientemente lo que realmente soy en la esencia. Este blog busca compartir ideas y sentimientos en relación con todas estas vivencias, donde sin duda muchos se verán identificados.
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4 respuestas a Del Propósito y las Pasiones

  1. Diana Ortiz dijo:

    Me inspiraste mucho Chunkis!!

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  2. arnovoag dijo:

    Excelente, es el blog que más me ha gustado de los que he leído!

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    • Cuánto me alegra!

      Tengo que decir que fue un escrito en el que literalmente sentí que yo solamente estaba siendo un instrumento.

      Me sentí muy feliz y conectada al hacerlo, y me hace feliz que te sientas complacido de leerlo!

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